A orillas del Embalse de El Grado, rodeado de colinas verdes y bañando sus raíces en las aguas tranquilas del río Cinca, se encuentra Ligüerre de Cinca, un ejemplo excepcional de recuperación rural en el Pirineo aragonés.

Antiguo pueblo deshabitado por la construcción de los embalses en los años 60, Ligüerre ha sido restaurado con mimo para convertirse en un centro de turismo rural, naturaleza y cultura, donde el viajero puede disfrutar de estancias tranquilas, actividades al aire libre y un entorno auténtico y respetuoso con su historia.

Hoy, Ligüerre de Cinca es un destino perfecto para familias, parejas y amantes de la naturaleza, que buscan desconectar en un enclave privilegiado.


De pueblo abandonado a aldea viva

Ligüerre de Cinca fue desalojado junto a otros muchos pueblos de la zona debido a la construcción de los embalses del Cinca. Durante años, el pueblo permaneció abandonado hasta que, a partir de los años 80, comenzó un proyecto de rehabilitación que lo transformó en un pueblo-resort sostenible.

Siguiendo los principios de conservación arquitectónica, las casas, calles y plazas de Ligüerre se han restaurado respetando su trazado original, utilizando piedra y madera, y manteniendo la esencia tradicional de la arquitectura pirenaica.

Hoy, el visitante pasea por un auténtico pueblo del Sobrarbe, con calles peatonales, rincones de calma y unas vistas magníficas sobre el embalse.


Qué ver y hacer en Ligüerre de Cinca

Ligüerre no es solo alojamiento: es un pequeño mundo en sí mismo. Entre sus principales atractivos destacan:

  • La Plaza Mayor, núcleo de la vida del pueblo, donde se celebran mercados, eventos culturales y actividades al aire libre.

  • La Iglesia de San Lorenzo, restaurada y convertida en espacio de eventos y celebraciones.

  • El museo etnológico, que recoge la memoria de la vida rural antes de la construcción de los embalses.

  • Exposiciones temporales de arte y fotografía que dinamizan la vida cultural del pueblo.

  • Actividades para todas las edades: senderismo, piragüismo, paseos en bicicleta, talleres de naturaleza, animación infantil y mucho más.


Naturaleza en estado puro

Ligüerre de Cinca es también un excelente punto de partida para explorar el entorno natural del Sobrarbe. Desde el propio pueblo se accede fácilmente a:

  • Playas fluviales donde bañarse en el embalse en verano, en aguas tranquilas y cristalinas.

  • Senderos para caminatas suaves, ideales para familias, que recorren la ribera del embalse y los bosques cercanos.

  • Rutas de BTT que conectan Ligüerre con el entorno de Mediano, Samitier y el Geoparque del Sobrarbe.

  • Observación de aves en los humedales y riberas del Cinca.

El paisaje que rodea Ligüerre es de una belleza serena, perfecta para disfrutar de atardeceres mágicos y noches estrelladas.


Alojamiento y servicios

Ligüerre de Cinca ofrece una variedad de alojamientos rurales:

  • Apartamentos turísticos restaurados en antiguas casas tradicionales.

  • Habitaciones en hotel rural, ideales para estancias románticas o familiares.

  • Casas completas para grupos o familias numerosas.

Además, el pueblo cuenta con restaurante, cafetería, tienda de productos locales, zonas de juegos infantiles, piscina y áreas de picnic.

Todo pensado para que el visitante pueda disfrutar de una estancia cómoda y conectada con la naturaleza y la historia.


Un modelo de turismo respetuoso

Ligüerre de Cinca se presenta como un ejemplo de turismo sostenible: un proyecto que ha permitido revitalizar un pueblo abandonado, ofreciendo actividades culturales, de ocio y naturaleza sin renunciar a la identidad rural y al respeto por el medio ambiente.

Aquí, la palabra “desconectar” cobra un sentido real: pasear sin prisas, respirar aire puro, sumergirse en aguas tranquilas y reconectar con lo esencial.