Enclavada en las montañas del municipio de Tella, en el corazón del Sobrarbe (Huesca), se encuentra la Cueva del Oso Cavernario, uno de los yacimientos paleontológicos más singulares del Pirineo aragonés. Este enclave ofrece una experiencia fascinante para toda la familia, combinando divulgación científica, naturaleza y aventura en un entorno único.

La cueva, ubicada a 1.600 metros de altitud en las estribaciones del macizo de Monte Perdido, fue descubierta en los años 90 y ha revelado importantes restos fósiles del Ursus spelaeus, una especie de oso que habitó Europa durante el Pleistoceno y que se extinguió hace más de 10.000 años. Desde entonces, se ha convertido en un centro de interpretación clave para comprender la historia más remota de los Pirineos y de la vida en las cavernas.

Un yacimiento de referencia en Europa
La Cueva del Oso de Tella es un referente en el estudio del oso cavernario gracias a la excelente conservación de los restos encontrados. Se han hallado más de 4.000 huesos, pertenecientes a al menos 40 individuos distintos, lo que ha permitido reconstruir no solo el esqueleto del animal, sino también aspectos de su comportamiento, hábitat y causas de extinción.

Además del oso, en la cueva se han localizado restos de otros animales del Pleistoceno como el zorro ártico, el ciervo, el caballo o el lobo, así como evidencias de las condiciones climáticas de la época glaciar. Todo ello convierte este espacio en una auténtica cápsula del tiempo.

Para preservar el yacimiento, la cueva no está abierta al público general. Sin embargo, se han habilitado visitas guiadas en temporada alta que incluyen un recorrido por el exterior de la cavidad y una completa explicación en el Centro de Interpretación de la Fauna Glaciar de Tella, donde se expone una réplica del esqueleto del oso cavernario y otros elementos didácticos.

Visita con senderismo y naturaleza
La ruta hasta la cueva es uno de los mayores atractivos del lugar. Se accede desde el pueblo de Tella, por un sendero de montaña de unos 2 km (ida), bien señalizado y con vistas espectaculares sobre el valle del Cinca y las montañas del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Es un recorrido de dificultad baja-media, apto para familias con niños a partir de 6 años acostumbrados a caminar.

Durante el paseo, el visitante atraviesa bosques, pastos y laderas pedregosas que muestran la biodiversidad del entorno. Es habitual encontrar marmotas, aves rapaces y flora alpina. Al llegar a la entrada de la cueva, los guías explican cómo vivían los osos cavernarios, qué técnicas se usan para excavar fósiles y cómo se ha reconstruido la historia del lugar.

Un complemento perfecto a la visita de Tella
La Cueva del Oso se integra en una experiencia turística más amplia. El pueblo de Tella es conocido por su atmósfera mágica, su arquitectura tradicional y su legendaria ruta de las ermitas prerrománicas, además del Museo de la Brujería, un curioso espacio etnográfico que pone en valor las creencias populares de la región.

Además, Tella es uno de los mejores puntos de partida para acceder a otras rutas naturales del Sobrarbe, como los valles de Escuaín o Añisclo, o el mirador de Revilla, todos ellos a poca distancia en coche.

Una excursión educativa y fascinante
La Cueva del Oso de Tella es una opción ideal para quienes desean conocer el Pirineo más profundo desde otra perspectiva: la del tiempo y la paleontología. Combinando historia natural, cultura y senderismo, esta visita deja una huella tanto en niños como en adultos, y demuestra que el Sobrarbe también guarda tesoros bajo tierra.

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