Parque Natural Posets-Maladeta: el techo de Aragón entre glaciares y valles salvajes

En el extremo oriental del Pirineo aragonés se extiende el Parque Natural Posets-Maladeta, un territorio grandioso y salvaje donde se elevan las montañas más altas de Aragón, incluidos los míticos Posets y Aneto. Este espacio protegido alberga paisajes alpinos de enorme belleza, glaciares relictos, valles profundos, lagos glaciares y una biodiversidad única en la península ibérica.

Es un destino imprescindible para amantes de la montaña, el senderismo, la fotografía y la naturaleza en estado puro. Desde rutas sencillas hasta ascensiones de alta montaña, el parque ofrece experiencias inolvidables para todo tipo de visitantes.

Un reino de cumbres y hielo

El parque fue declarado en 1994 para proteger los macizos de la Maladeta (con el Aneto y sus 3.404 m) y el Posets (3.375 m), así como los valles glaciares que los rodean: Estos, Eriste, Remuñé, Literola o Benasque. Aquí se encuentran los últimos glaciares activos del Pirineo, aunque muy mermados por el cambio climático.

El paisaje es espectacular: paredes verticales, crestas afiladas, ibones de origen glaciar, cascadas, bosques de pino negro y prados alpinos. Es el ecosistema de alta montaña mejor conservado del Pirineo aragonés.

Senderismo, naturaleza y montaña

El parque ofrece rutas para todos los niveles:

  • Ruta al Forau d’Aigualluts: uno de los parajes más visitados, fácil y accesible desde La Besurta. Ideal para familias.
  • Vuelta a los ibones de Batisielles: una excursión mediana que recorre algunos de los lagos más bellos de la zona.
  • Ascensión al Posets o al Aneto: solo recomendada para montañeros expertos o con guía, por su dificultad y altitud.
  • Ruta circular al Refugio de Estós: perfecta para pernoctar en montaña y explorar el valle con calma.

Además, hay paneles informativos, centros de interpretación, refugios guardados y señalización clara para facilitar la visita al parque.

Flora, fauna y protección

El Posets-Maladeta es hogar de una biodiversidad sorprendente. Se pueden observar rebecos, marmotas, sarrios, urogallos y una gran variedad de aves rapaces. También habita en estas montañas el escurridizo quebrantahuesos, especie emblemática del Pirineo.

En cuanto a flora, destaca la presencia de abetos, pinos negros, rododendros y plantas alpinas adaptadas al clima extremo. La belleza estacional de los prados en flor y los paisajes nevados