El Valle de Pineta es uno de los rincones más bellos y salvajes del Pirineo aragonés, situado al este del macizo de Monte Perdido, donde nace el río Cinca tras caer en forma de cascadas desde el Ibón de Marboré. Forma parte del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido desde 1982 y ofrece una gran variedad de paisajes, rutas y actividades para los amantes de la naturaleza.
Para llegar al Valle de Pineta hay que tomar la carretera que sale de Bielsa en dirección a Javierre y recorrer unos 12 km por una vía estrecha y sinuosa que se adentra en el valle. Al final del trayecto se encuentra el Parador Nacional Monte Perdido, donde se puede aparcar previo pago de 3 € por vehículo. Desde allí se puede contemplar el impresionante Circo de Pineta, una enorme pared rocosa coronada por las cumbres de Monte Perdido, Cilindro y Pico Añisclo, que superan los 3000 m de altitud.
El Valle de Pineta ofrece múltiples opciones para disfrutar de su entorno, tanto a pie como en bicicleta o a caballo. Una de las rutas más populares es la que lleva a los Llanos de La Larri, una extensa pradera alpina donde pastan vacas y caballos y donde se puede admirar la cascada del Cinca, la más alta del Pirineo con 90 m de caída. El sendero parte del Parador y tiene unos 6 km de ida y vuelta con un desnivel moderado.
El Valle de Pineta es también un lugar ideal para practicar la fotografía nocturna, ya que tiene un cielo muy limpio y oscuro que permite observar las estrellas y la Vía Láctea con gran nitidez. Además, se pueden captar imágenes sorprendentes con las siluetas de las montañas recortadas contra el firmamento.
En definitiva, el Valle de Pineta es un destino que no deja indiferente a nadie y que invita a descubrir sus secretos y su belleza en cualquier época del año.