Olsón: arte monumental entre montañas en el corazón de la Fueva
En pleno valle de La Fueva, rodeado de suaves colinas, campos cultivados y sierras que lo arropan, se encuentra Olsón, un pequeño pueblo que guarda un tesoro monumental inesperado: la Iglesia de Santa Eulalia, considerada una de las obras maestras del Renacimiento aragonés.
Poco conocido por el gran público, Olsón es un destino ideal para quienes aman el arte, la tranquilidad rural y los paisajes abiertos del Sobrarbe. Aquí, entre caminos de tierra y casas de piedra, el visitante se encuentra con una obra arquitectónica que rivaliza en importancia con grandes monumentos urbanos, en medio de la más pura naturaleza.
Un pueblo con raíces profundas
Olsón es una de las pedanías del municipio de Aínsa-Sobrarbe, pero su ubicación en la valle medio de La Fueva le da una personalidad propia. Se accede por carretera local desde Tierrantona o El Humo de Muro, y el trayecto ya es un regalo visual: campos de cultivo, huertas, almendros, olivos y vistas lejanas a la Peña Montañesa.
El pueblo conserva su estructura tradicional, con casas de piedra, tejados de losa y una disposición dispersa y adaptada al terreno. Aunque hoy vive con muy pocos habitantes, Olsón respira historia y carácter rural auténtico.
La Iglesia de Santa Eulalia: una catedral en miniatura
La gran joya de Olsón es su iglesia. La Iglesia de Santa Eulalia, construida entre los siglos XVI y XVII, es una obra majestuosa por sus proporciones, su riqueza decorativa y su presencia en el paisaje.
Se trata de un templo renacentista de planta basilical, con tres naves separadas por esbeltas columnas toscanas, cabecera poligonal y una imponente portada barroca. Su construcción fue financiada en parte por familias nobles locales y destaca por la armonía de sus proporciones y la calidad de la piedra sillar utilizada.
El interior, recientemente restaurado, sorprende por su luminosidad y amplitud. La iglesia está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) y forma parte de numerosas rutas culturales del Alto Aragón.
Cultura y proyectos comunitarios
Olsón ha sabido aprovechar el valor de su patrimonio para dinamizar el pueblo. Gracias a iniciativas como la de la Asociación Amigos de Olsón y Muro de Roda, se celebran conciertos, visitas guiadas, talleres y eventos que promueven el turismo respetuoso y el conocimiento del patrimonio local.
El entorno inmediato del templo ha sido acondicionado como zona de descanso y mirador hacia el valle, y hay paneles informativos que explican el contexto histórico y arquitectónico de la iglesia y del núcleo rural.
Rutas y paisaje abierto
Olsón se encuentra en una zona ideal para practicar senderismo suave, fotografía de paisaje y observación de aves. Algunas rutas recomendadas:
- Ruta circular Olsón – El Humo de Muro, pasando por campos de cereal y pequeños barrancos.
- Camino a Muro de Roda, impresionante fortaleza románica sobre una colina, muy cercana a Olsón.
- Conexión con el Camino Natural del Sobrarbe, que une distintos pueblos de La Fueva.
Durante la primavera, el campo se llena de flores silvestres y en otoño, los ocres del paisaje lo tiñen todo de melancolía y belleza.
Un lugar para perderse y quedarse
Aunque no cuenta con alojamientos propios, Olsón se encuentra muy cerca de localidades como Tierrantona, Aluján o Charo, donde el viajero puede encontrar casas rurales y apartamentos turísticos. Es ideal para visitas culturales de medio día o como parte de una ruta más amplia por La Fueva y el sur del Sobrarbe.
Además, su cercanía a enclaves como Muro de Roda, Abizanda, Ligüerre de Cinca o El Entremón lo convierte en una excelente parada para los viajeros que buscan lugares auténticos y poco masificados.