Puértolas es un pequeño municipio del Sobrarbe que guarda algunos de los paisajes más impresionantes y menos masificados del Pirineo aragonés. Situado a 1.200 metros de altitud, este pueblo de montaña, con vistas abiertas al macizo de Monte Perdido y a la Peña Montañesa, es uno de esos lugares que sorprenden por su tranquilidad, su belleza natural y su ubicación estratégica entre algunos de los parajes más salvajes del Parque Nacional de Ordesa.

Desde Puértolas, el visitante accede a verdaderas joyas naturales como el Cañón de Añisclo, los desfiladeros del río Yaga, el valle de Escuaín o el mirador de Revilla, considerado uno de los mejores puntos de observación del quebrantahuesos en Europa.

Pueblo de altura y encanto rural

El casco urbano de Puértolas conserva la arquitectura típica pirenaica: casas de piedra con tejados de losa, balcones de madera y calles estrechas que descienden por la ladera. Es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, con un ambiente sereno ideal para quienes buscan desconectar del ruido y reconectar con la naturaleza.

La iglesia parroquial, los antiguos lavaderos y las bordas ganaderas son testimonios de una vida ligada al campo y a la montaña, aún muy presente en el día a día del valle.

Senderismo y naturaleza salvaje

Desde Puértolas parten rutas que permiten adentrarse en paisajes únicos. Algunas conectan con el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, mientras que otras recorren antiguos caminos pastoriles con vistas a barrancos, bosques y gargantas profundas.

Uno de los caminos más espectaculares lleva hasta el mirador de Revilla, suspendido sobre el cañón del río Yaga. Desde allí es frecuente avistar quebrantahuesos, buitres leonados y otras aves rapaces, todo ello en un entorno de silencio absoluto y belleza salvaje.

También se puede visitar el valle de Escuaín, una joya escondida donde los acantilados se abren en profundos cortados, y donde la naturaleza se conserva en su estado más puro. Son rutas poco transitadas, perfectas para los que buscan experiencias auténticas lejos del turismo masivo.

Acceso a núcleos con encanto

El municipio de Puértolas incluye también núcleos como Escuaín, Revilla y Bestué, pequeños pueblos colgados en la montaña que parecen desafiar al paso del tiempo. Algunos tienen acceso limitado por pista forestal, lo que acentúa aún más su carácter aislado y especial.

Visitar estos pueblos es adentrarse en la esencia del Pirineo: casas de piedra, corrales tradicionales, fuentes antiguas y, sobre todo, un entorno natural de una belleza indescriptible. Son puntos de partida para senderistas, fotógrafos y viajeros que valoran el silencio, las vistas y el contacto con la montaña.

Ideal para escapadas con calma

Puértolas es un excelente lugar para alojarse o hacer una escapada desde Aínsa, Escalona o Tella. Su ubicación lo convierte en un nudo perfecto para explorar la vertiente más salvaje del Parque Nacional, ya sea en coche, en bici o a pie.

Aquí, cada día puede empezar con un desayuno frente a las montañas y terminar con una puesta de sol sobre los cañones, rodeado de paz y sin más banda sonora que la naturaleza.

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