El Embalse de Mediano, situado entre los términos de Aínsa, Mediano y Samitier, es uno de los lugares más impactantes y simbólicos de la comarca del Sobrarbe. Conocido por la torre sumergida de su antigua iglesia, que asoma sobre las aguas como un faro del pasado, este embalse no solo es una infraestructura hidráulica funcional, sino también un punto de interés turístico, fotográfico y emocional cargado de historia.

Construido en los años 60, el embalse anegó varios pueblos del entorno, entre ellos el propio Mediano, del que solo queda visible su campanario. Hoy, esta imagen se ha convertido en uno de los iconos del Pirineo aragonés: una torre de piedra emergiendo solitaria en medio de un paisaje acuático, rodeada de montañas, silencio y memoria.

Un lugar con historia
El antiguo pueblo de Mediano fue evacuado y demolido parcialmente antes de la construcción del embalse. Sus vecinos fueron trasladados y muchas de sus viviendas quedaron bajo el agua para siempre. La iglesia parroquial de la Asunción, sin embargo, fue conservada parcialmente y su torre sigue en pie, resistiendo al paso del tiempo y los embates del agua. En épocas de sequía, incluso puede accederse a la base de la torre o divisar restos de muros y caminos que antaño pertenecieron al núcleo urbano.

Este lugar conmueve por su simbolismo: una mezcla de pérdida, resistencia y belleza melancólica. Muchos visitantes acuden al embalse no solo para disfrutar de las actividades náuticas, sino también para reflexionar sobre la historia reciente y contemplar la interacción entre naturaleza y memoria colectiva.

Naturaleza y actividades al aire libre
El Embalse de Mediano tiene una gran superficie navegable, lo que lo convierte en un excelente lugar para practicar piragüismo, paddle surf, kayak y pesca deportiva. Las aguas del embalse, de un azul intenso, reflejan el paisaje montañoso que lo rodea, creando escenas espectaculares, especialmente al atardecer.

Existen áreas de acceso habilitadas para el baño y actividades recreativas, así como rutas de senderismo y ciclismo por los alrededores. Desde lo alto del castillo de Samitier, se puede disfrutar de una vista panorámica impresionante del embalse y su torre, convirtiéndose en uno de los miradores más recomendables de la zona.

También se puede enlazar con otras rutas cercanas, como el acceso al Embalse de El Grado, al Congosto de Entremón, o incluso combinar una visita cultural a Aínsa, que está a tan solo 10 km.

Un entorno ideal para el turismo tranquilo
A pesar de ser un lugar con alto valor paisajístico, el Embalse de Mediano no suele estar masificado, lo que permite disfrutar de su tranquilidad durante buena parte del año. Las orillas del embalse son frecuentadas por observadores de aves, fotógrafos de paisaje, familias y viajeros que buscan un lugar para desconectar.

Los pueblos cercanos ofrecen alojamientos rurales, zonas de acampada, restaurantes y productos locales. Es habitual que muchos turistas elijan este entorno como base para explorar otras partes del Sobrarbe, ya que se encuentra en una ubicación estratégica a medio camino entre el Pirineo y las sierras del Prepirineo.

Una postal inolvidable del Sobrarbe
Visitar el Embalse de Mediano es vivir una experiencia distinta: un equilibrio entre el agua y la historia, entre la belleza natural y el recuerdo. Ya sea desde el agua, desde un mirador o a pie de torre, la imagen de ese campanario solitario quedará grabada en la memoria del visitante.

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